Si vieras en tu mirada
las tormentas desatadas
Tanto rayo cayendo
tan irascible
Tanta rabia procesada
mientras se cuecen las habas
Tanto rayo y pienso en vos
irreductible
Y si cae un árbol
en medio del bosque
Y si no hay nadie para
oírlo, ¿se cae?
¿Qué me importa un cielo que
no existe?
Las promesas de ayer
son hambre
Y entonces tanto rayo
te ciega lo que ves,
te paraliza el canto,
quedas en blanco y
¿Qué me importa el cielo que
no existe?
Las promesas de ayer
son hambre